Mucho hablar, poco hacer

En el presupuesto del 2008 se presupuestaron 1.027.750 euros para la compra de suelo y otras acciones destinadas a vivienda protegida. A día de hoy no se ha gastado nada.

En la legislatura pasada la autodenominada izquierda abertzale, con el apoyo del PSOE, criticaba cómo se planteaban los presupuestos municipales. Se mostraban contrarios a que el dinero que se ingresaba por aprovechamientos urbanísticos (por permitir construir viviendas) y por enajenaciones de patrimonio municipal (por vender suelo municipal para la construcción de viviendas) se pudiesen utilizar para urbanizar calles (calle Mayor y Eguzkitza-aldea), arreglar el campo de fútbol, ampliar la escuela de Ageri Alde o rehabilitar el caserio Artzabal, inaugurado por fin como hogar del jubilado hace unos días.

Incluso llegaron a denunciar los presupuestos ante los tribunales “españoles” intentando evitar la realización de todas esas obras. Las resoluciones judiciales estaban siendo favorables para el ayuntamiento, cosa de lo que nos alegramos. Lo que no sabemos es cómo finalizarán ya que el alcalde decidió renunciar a defender al ayuntamiento y abandonar las causas judiciales. Incluso pretendió no pagar algunos trabajos realizados por los abogados. Los abogados al final han cobrado con meses de retraso y con intereses, no sin antes denunciar al alcalde y al ayuntamiento por impago en los juzgados.

Como se decía al comienzo el ayuntamiento ha presupuestado 1.027.750 euros para la compra de suelo y otras acciones destinadas a vivienda protegida. El ayuntamiento no ha gastado nada de ese dinero. No sólo eso, ni siquiera ha decidido cuáles serán los suelos que va a comprar, ni siquiera ha calificado ningún terreno como reserva municipal de suelo para su posterior urbanización y construcción de viviendas protegidas. No sabemos dónde están esas famosas viviendas vacías, ni cuales son las intenciones del alcalde ante dichas viviendas. Mucho hablar, poco hacer.

Mucho nos tememos que ese dinero a finales de año seguirá sin gastarse y engrosará el remanente de tesorería (el beneficio o superavit del ayuntamiento) y el año que viene se gastará en cualquier cosa. Hecho, que por cierto, ya ha sucedido con el superavit del 2007, superavit surgido básicamente en la venta de unos terrenos municipales en Kalezar.

Lo que el anterior gobierno no podía hacer (según PSOE, izquierda abertzale y algunos técnicos municipales), ahora el actual gobierno sí puede. Ahora, no hay ningún problema para gastar los ingresos relacionados con el urbanismo; mientras el anterior gobierno, con las mismas leyes en vigor, tuvo que defenderse ante los tribunales por hacer calles, arreglar edificios públicos y equipamientos deportivos.

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