Paz, Justicia y Verdad: Lo que se dijo.

El pasado 16 de mayo se celebró en el auditorio Sutegi de Usurbil la primera jornada de los II Auzomintegiak de Pyrenaeus Sarea. Presentado por Patxi Meabe -miembro del colectivo Etikarte- el obispo emérito de Donostia, don José María Setién, reflexionó sobre las ideas de Paz, Justicia y Verdad, en el contexto concreto del cese de la violencia de ETA y el debate abierto entre las fuerzas políticas vascas acerca del ‘suelo ético’, el carácter político de los presos y el tratamiento de las víctimas. El auditorio casi se llenó, con una asistencia por encima del centenar de personas que desbordó nuestras mejores previsiones. He aquí algunos apuntes sobre la exposición que escuchamos.

Con carácter previo al abordaje de la reflexión propiamente dicha, Setién criticó la inclinación habitual a utilizar, en el debate, iguales palabras para significar diferentes contenidos. “De esta manera, en lugar de entendernos mejor, lo que conseguimos es confundirnos unos a otros, haciendo más difícil el mutuo entendimiento”. Y añadió que esta actitud alcanza a las tres ideas que eran ayer objeto de estudio, Paz, Justicia y Verdad.

La paz no puede lograrse, según el conferenciante, en un acontecimiento o acto perfecto, sino como resultado de un proceso de acercamiento sucesivo, de búsqueda constante de metas de paz cada vez exigentes, proceso  al que se denominaría pacificación. “El proceso de la pacificación no es compatible con los radicalismos del todo o nada, del sí o no, ahora o nunca, nosotros o nadie, mi verdad o la mentira, la libertad o la opresión”.

La paz es fruto de la justicia. “Como ha de ser el fruto de un proceso, habremos de añadir que hemos de ir haciendo progresivamente más justicia”. Las personas y los pueblos tienen derecho a vivir en paz. Lo que conlleva una obligación de hacer la paz. La justicia se concreta, además, en obligaciones, como las derivadas del reconocimiento de los derechos fundamentales de todas las personas, exigencia necesaria para que se realice la paz. “Para ir en contra de la plena realización de la paz, basta con la violación de un solo derecho fundamental”.

Para avanzar en el camino hacia la paz, es necesario conocer la verdad de la justicia. “Quien se siente engañado por la falta de verdad, poco podrá aportar a la causa de la justicia, sobre la que se trata de construir la paz”.

Finalmente, como ejemplo de contradicciones que se produce en este marco que exige la verdad, Setién habló de la ponencia parlamentaria sobre la Paz, del carácter político de los presos de ETA  y sobre la justicia que corresponde a las víctimas.

En relación a la primera de las cuestiones subrayó la necesidad de buscar una ética compartida en la que sustentar la verdad, para evitar que lo que se lograra fuera una “triste paz”. En lo que a la segunda se refiere, opinó que los presos de ETA no son políticos en la medida en que no son presos de conciencia, y si lo serían en cuanto que la violencia que han ejercido se sustenta en una serie de motivaciones políticas, posición de la que ETA, en opinión de Setién, no tiene ningún interés en bajarse porque a partir de ahí quedarían cuestionados su propio origen y trayectoria. Y, en relación  con las víctimas insistió en la reparación del daño causado por los victimarios.

Para completar estos apuntes adjuntamos los escritos que utilizó el obispo Setién para exponer sus pensamientos:

bakea, justizia, egia euskeraz.pdf

paz, justicia, verdad-castellano.pdf

setien-2012-05-11.pdf

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